Alérgenos. Legalidad o realidad?

Tengo bastantes amigos con problemas de alérgenos, ya sea por celiaquía, lactosa, frutos secos o tantos otros. Y todos me cuentan el mismo problema, especialmente mi amiga Carolina que además es miembro de una asociación que dedica su tiempo a informar sobre los alérgenos y a formar al personal de bares, restaurantes y hoteles sobre cómo deben tratar los alimentos para que puedan ser ofrecidos a un cliente en función de su particularidad.

El 22 de noviembre de 2011 se publicó en el Diario Oficial de la Unión Europea el nuevo Reglamento de la UE sobre información alimentaria facilitada al consumidor (puedes leerlo AQUÍ).

En el plazo de tres años desde su entrada en vigor (es decir, desde el 13 de diciembre de 2014), es obligatorio que el consumidor pueda tener acceso a la información sobre los ingredientes de obligada declaración en TODOS los alimentos, envasados o no, incluidos los puestos a su disposición en bares y restaurantes, comedores escolares u hospitales,  y los vendidos a granel.

Así reza en la web de AEPNAA, Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex.

Pero salimos a comer a la calle y nos encontramos situaciones que no se corresponden con la legalidad, ya cada vez menos afortunadamente.

Pero el problema real no está ahí, viene cuando el paciente/cliente pregunta si tienen cuidado con la contaminación cruzada. Eso qué es? Si preguntas eso y te responden con esa otra pregunta, mal vamos. La contaminación cruzada es la más frecuente y difícil de controlar. Se da cuando un alimento limpio entra en contacto con una superficie que anteriormente tocó un alimento contaminado. Por ejemplo, cortar pan con un cuchillo con el que luego se fileteará carne cruda o freír patatas en una freidora donde anteriormente se ha frito un filete empanado. Incluso algo tan simple como poner los cubierto en la misma cesta en contacto con el pan.

Algunos de los problemas de la contaminación cruzada están relacionados con la presencia en pequeñas cantidades de un determinado alérgeno en alimentos procesados procedentes de otro alimento que está presente en las mismas instalaciones.

Me cuentan que el principal problema es encontrar un sitio donde comer. Y que además, aun diciéndote el camarero que puedes comer sin problema, luego se encuentran situaciones en las que tienen que echar un para atrás un plato de pescado plancha porque lo han bañado en una salsa preparada con nata, y había advertido que era intolerante a la lactosa.

Afortunadamente no sufro estas situaciones porque no padezco alergia alimentaria, pero ante las quejas de estos amigos que sí lo sufren, decidí hacer algo. He incluido un menú en el blog llamado ALERGENOS, donde podréis encontrar los restauradores que cuidan todos los aspectos en esta materia, y lo más importante es que seréis vosotros, los alérgicos, quienes me ayudaréis a ampliar la lista con vuestras experiencias. Yo me comprometo, por mi parte, a visitar esos lugares para incluirlos en el blog, si no estuvieran, y añadir la etiqueta ALERGENOS, a los que ya visité. Seguramente haya visitado muchos restaurantes seguros, pero desconozco si lo son. Es forma más segura de que los alérgicos puedan tener un lugar donde poder buscar restaurantes seguros para ellos.

Podéis hacerme llegar vuestros restaurantes seguros a través de mail cartaomenu@gmail.com o cualquiera de las redes sociales Facebook, Instagram o Twitter donde me encontraréis como @cartaomenu. 

Actualmente, ya podéis encontrar algunos lugares en esa etiqueta, y espero que crezca rápido, hasta que llegue el momento de tener que eliminarla porque todos los hosteleros cuiden a todos sus comensales.